martes, 8 de septiembre de 2009

Cerámicos


En lo que a cerámicos se refiere, existen dos grandes grupos: cerámicos esmaltados y porcellanatos.

El cerámico esmaltado está fabricado con arcilla que puede ser de color blanca o colorada. Esta base se recubre de un esmalte brillante o satinado. Por lo general se los encuentra en tamaños chicos, aunque en los últimos años la tendencia es agrandar su formato.

Hoy por hoy este tipo de cerámicos son muy usados en ámbitos domésticos por su apariencia y su costo reducido. Se suelen utilizar en pisos y revestimientos para baños y en sectores donde no hay mucho tránsito de gente. Cuentan con dos ventajas: su variedad de colores y que resulta fácil colocarlos.

Además en el mercado existe el porcellanato, que se compone de una base de arcilla refinada mezclada con feldespato y cuarzo. La temperatura de cocción es tan alta para este tipo de cerámicos que logra alta resistencia, baja porosidad y amplia tolerancia a los impactos.

Existen dos tipos de porcellanatos: los compuestos por una sola masa y los esmaltados. Los primeros tienen mayor resistencia al desgaste porque su base y superficie están compuestas por el mismo material. Los segundos son, en cambio, los que tienen una base porcelánica y su superficie está recubierta por distintos esmaltes de alta resistencia. El porcellanato es lo mejor que podemos encontrar en el mercado ya que se adapta a diferentes usos, además de domestico comercial e industrial.

Mantenimiento de cerámicos
Te aconsejamos realizar una limpieza después de haberlos colocados con productos compuestos por detergentes a base de ácidos. Esto ayudará a sacar los restos de materiales como cemento, adhesivos, pastinas, pintura, y restos de materiales en general. Debes seguir al pie de la letra las instrucciones de estos materiales limpiadores ya que de no hacerlo pueden dañar el cerámico. Hay que elegir los específicos para cerámica esmaltada o para porcellanato, según el caso.

Luego debes enjuagar la superficie con mucho agua para evitar que queden residuos que seguirán actuando. En cuanto a la limpieza diaria se usa un paño y cualquier líquido desengrasante. No es recomendable usar ceras, aceites o similares.

Cuando se encuentran manchas específicas que no se logra eliminar, como ser de vino, café o grasa, se pueden utilizar limpiadores especiales para cada tipo de mancha que se aplican, generalmente, diluidos en agua

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