Cortinas de baño
Siempre castigadas por el agua, el jabón y los champúes, las cortinas que se cuelgan en la bañera se manchan y se enmohecen por el contacto diario con aquellos elementos.
Para mantenerlas limpias basta con pasarles un trapo húmedo con agua y un poco de lavandina.
Si la textura lo permite, lo conveniente es lavarlas una vez al mes directamente en el lavarropas con agua fría y con un detergente liquido. Para evitar que se arruguen en exceso, se rompan o se resquebrajen se puede introducir en el lavarropas, durante el lavado, una toalla a manera de protección. No es necesario añadir suavizante. Si hay manchas rebeldes, frotar previamente con cepillo y quitamanchas.
Duchas sin sarro
Habitualmente puede observarse que en la ducha se incrusta el sarro por efecto del uso continuado del agua. Para eliminar los restos de sarro se forman en el duchador se puede echar sal gruesa sobre la zona especifica que se pretenda limpiar. Luego se aplica vinagre caliente, se frota con suavidad para eliminar los restos de sarro sin que se raye el duchador. Se enjuaga después con agua. En cuanto a las canillas de la gritería de acero inoxidable del a ducha, una buena idea es pasar una esponja suave con un poco de bicarbonato de sodio. Enjuagar con un paño suave. Otra solución para quitar el sarro es aplicar un poco de vinagre blanco llevado a su punto de ebullición.
Consejos para proteger las toallas
Accesorios imrescindibles, de uso diario en el baño, toallas y papel higiénico necesitan una protección mayor para que no los afecte la humedad. Lo ideal es tener bajo mesada lugares de guardado: cajones de madera o de la textura que combine mejor con la decoración de baño. Otra opción que se lleva en la actualidad es la de poner bajo mesada, cestos de mimbre como contenedores, forrados en tela para evitar que as toallas se enganchen con el mimbre. Un truco: colocar bolsitas de lavanda perfumadas.
Siempre castigadas por el agua, el jabón y los champúes, las cortinas que se cuelgan en la bañera se manchan y se enmohecen por el contacto diario con aquellos elementos.
Para mantenerlas limpias basta con pasarles un trapo húmedo con agua y un poco de lavandina.
Si la textura lo permite, lo conveniente es lavarlas una vez al mes directamente en el lavarropas con agua fría y con un detergente liquido. Para evitar que se arruguen en exceso, se rompan o se resquebrajen se puede introducir en el lavarropas, durante el lavado, una toalla a manera de protección. No es necesario añadir suavizante. Si hay manchas rebeldes, frotar previamente con cepillo y quitamanchas.
Duchas sin sarro
Habitualmente puede observarse que en la ducha se incrusta el sarro por efecto del uso continuado del agua. Para eliminar los restos de sarro se forman en el duchador se puede echar sal gruesa sobre la zona especifica que se pretenda limpiar. Luego se aplica vinagre caliente, se frota con suavidad para eliminar los restos de sarro sin que se raye el duchador. Se enjuaga después con agua. En cuanto a las canillas de la gritería de acero inoxidable del a ducha, una buena idea es pasar una esponja suave con un poco de bicarbonato de sodio. Enjuagar con un paño suave. Otra solución para quitar el sarro es aplicar un poco de vinagre blanco llevado a su punto de ebullición.
Consejos para proteger las toallas
Accesorios imrescindibles, de uso diario en el baño, toallas y papel higiénico necesitan una protección mayor para que no los afecte la humedad. Lo ideal es tener bajo mesada lugares de guardado: cajones de madera o de la textura que combine mejor con la decoración de baño. Otra opción que se lleva en la actualidad es la de poner bajo mesada, cestos de mimbre como contenedores, forrados en tela para evitar que as toallas se enganchen con el mimbre. Un truco: colocar bolsitas de lavanda perfumadas.